Estilo Artístico


La expresión “estilo artístico” se define como un conjunto identificable de características que permiten agrupar a una serie de obras o autores, los cuales compartirán elementos estables en cuanto a su forma y contenidos, permitiéndonos afirmar que tal obra o autor pertenecen a un u otro estilo. En general hay un importante grado de flexibilidad ya que cada autor introduce sus propios elementos; sin embargo siempre habrá de permanecer aquella esencia que realmente defina al estilo.

Hasta el s. XVIII los estilos artísticos abarcan espacios temporales y geográficos muy importantes. A partir del s. XIX la sucesión de tendencias artísticas se acelera y el concepto de estilo se sustituya a veces por otros de menor entidad como los de “corriente” o ”movimiento artístico”.

No obtante, el estilo artístico no siempre es uniforme ni homogéneo, pueden acontecer diversas posibilidades que hagan más difícil concretar sus límites:
  • Las fronteras temporales de un estilo nunca son radicales, la transformación de uno a otro es siempre lenta, por lo que podemos encontrarnos en un mismo momento obras de estilo diferentes (ej: el tránsito del Románico al Gótico en algunos puntos de Europa fue lento).
  • Puede ocurrir lo contrario, que se produzca un revival de estilos pasados y que se rescaten las mismas formas artísticas de épocas anteriores, encontrándonos así con un mismo estilo en épocas muy diferentes.
  • En otras épocas (sobretodo, en la Contemporánea), se superponen formas muy diferentes de expresión plástica, lo que supone la multiplicación de estilos diferentes en una misma época.

Pero, ¿cuál es la razón última para que un estilo determinado dé paso a otras formas de expresión completamente distintas?

El Gusto


Cuando hablamos del gusto como un elemento de referencia que ha de servir para valorar la obra de arte, lo hacemos queriendo darle un valor objetivo, aunque en realidad es pura subjetividad. A lo largo de la Historia del Arte el gusto ha cambiado según las preferencias colectivas. Ha habido una especial dedicación por parte de los estudiosos del arte a encontrar una valoración objetiva del gusto hasta llegar a definirse como "la capacidad, tanto del espectador como del artista, para identificarse con la idea que la obra quería reflejar" (valoración muy ligada al pensamiento de Platón quien entendía que era de buen gusto una obra de arte que hubiera sabido reflejar la idea de belleza).

En la historia el gusto ha tenido diferentes consideraciones: la mayoría de veces se consideraba que el gusto dependía de la formación de la persona, es decir, una persona culta apreciaba de inmediato la belleza porque tenía el don del gusto desarrollado. En la actualidad, la popularización del arte ha hecho mucho más difícil objetivizar el concepto del gusto, por lo que ya no es un referente para apreciar la obra de arte. Ahora incluso se llegan a valorar las obras de mal gusto, como el Kistch (que etimológicamente significa "mal gusto"). El Gusto es un valor subjetivo, aunque le queramos dar un valor objetivo, aun así, sigue la pregunta en el aire,

¿de qué depende el gusto individual y colectivo?
¿de qué depende el gusto de una época?


Los gustos han cambiado con la historia y lo que se valoró como bello durante una época porque así lo entendían el conjunto de la colectividad, en otra época, al haber cambiado el sentido del gusto, se consideró justamente lo contrario. Por otro lado no siempre lo que agrada a nuestro sentido es considerado obra de arte, y en cambio lo que nos desagrada y repele los sentidos si puede valorarse como tal. Además de eso, en ocasiones el gusto de una época no ha sabido apreciar una obra de arte realizada en ese momento y, sin embargo, tiempo después es valorada y reconocida.

Teorías del Arte


Desde los primeros tiempos, el hombre creó objetos con una finalidad práctica y estética. Desde el principio quiso ser capaz de producir belleza, quiso hacer arte. Así, no tardo mucho en reflexionar sobre el concepto de Belleza y el de Obra de Arte. Desde la época Antigua hasta el siglo XX las teorías se han sucedido ininterrumpidamente, hasta llegar a evolucionar desde un punto de vista científico la ciencia que se ha preocupado de estudiar la obra de arte.

En la antigua Grecia la Historia del Arte se preocupaba más del artista que de la obra en sí, pero no porque se le tuviera en una gran consideración; al artista se le consideraba un vulgar artesano y no se le valoraba más que a un carpintero o a un tejedor. Aun así los primeros historiadores del arte se dedicaron principalmente a proporcionarnos sus biografías. Esta misma tendencia se mantuvo en el Renacimiento (las Vidas de G. Vasari). Pero también hay un interés de los filósofos por la obra de arte, por su valor estético y su relación con el concepto de belleza. En los escritos de los filósofos de la antigüedad encontramos textos que hablan de ello, pero no será hasta el s. XVIII cuando esta actitud se generalice dando lugar a una disciplina en la que el estudio del arte y la filosofía se imbrican: la Estética.

La Historia del Arte tal y como hoy la conocemos, empieza coincidiendo con el Siglo de las Luces (también llamada, Ilustración, s. XVIII) con la obra esencial del que podemos considerar como padre de la historia del arte, J. Winckelmann. A partir de entonces se sucederán propuestas científicas y escuelas sobre la materia alcanzando con el tiempo un mayor grado de especialización en el s. XX.


Teorías del Arte:

-Idealismo: Tendencia subjetiva que entiende el arte como un sentimiento, como una experiencia contemplativa del espectador. Representante: Hegel.

-Formalismo: Tendencia objetiva que entiende que el arte está en el objeto, en la propia obra. Estudia sus características puramente formales, es decir, su creación, elaboración, los elementos artísticos (composición, volumen, color…), etc. Para poder entender la propia obra y establecer criterios que permitan la sistematización de estilos y tendencias artísticas. Representante: Alois Riegl.

-Inconografía: se dedica con un método sistemático a desentrañar de la obra artística todos esos símbolos que presenta y los significados de estos mismos. Representante: Erwin Panofsky.

-Sociología: interpretación marxista que ve la obra artística como producto de una determinada estructura económica, social y política, sin la cual no se desarrollarían los elementos que son característicos de cada estilo artístico, entendiendo que son los condicionante económicos y sociales y no la obra en sí, la que nos permite comprender el fenómeno creador de una determinada etapa o estilo artístico.
Representan: Clement Greenberg.

-Teoría de la percepción: la importancia que adquiere la psicología en Europa a principios del s. XX llega hasta las corrientes de interpretación de la obra de arte. La obra desde este punto de vista es consecuencia de un determinado estado psicológico tanto del autor como del receptor. Fue desarrollada por la escuela de Gelstat con R. Arnheim como máximo representante.

-Estructuralismo: corriente intelectual fundada por F. de Saussure, que parte de la idea básica de que cualquier expresión intelectual, sea en el ámbito de la lingüística, psicología o historia, constituyen una forma de lenguaje. Es decir, nuestra estructura mental es una estructura de lenguaje, donde cada elemento que utilizamos es un signo con un significante y significado propio. Así la obra de arte es igualmente un signo con sus significantes (la parte material de la obra) y significados (los contenidos que el autor transmite y el espectador comprende). La correcta valoración de la obra de arte tendrá que tener en cuenta ambos aspectos y relacionarlos entre sí.


Artista en sociedad


La obra de arte raras veces es producto de un impulso creativo espontáneo que surge de manera autónoma. Hay que esperar prácticamente hasta el s. XX para que al fin se imponga la libertad del artista (pero ni aún así la libertad es plena, porque al fin y al cabo el artista habitualmente tiene que producir para subsistir a través de encargos, premios, exposiciones criticas, etc.). Con anterioridad la presión social era mucho mayor. El artista era un trabajador más, un vulgar artesano que cumplía sus encargos sujeto a unas normas establecidas. En otras ocasiones, la religión y el mecenazgo (tanto político como noble) impusieron sus rígidas estructuras sobre la labor creativa. Y además de esto, el arte ha estado en la mayoría de veces (por no decir siempre) condicionado por la propia historia del gusto y las sensibilidades de la sociedad de cada época.

El papel del artista en la sociedad ha sido el de cronista. Ha sido vehículo de ideas, de credo y de posturas políticas porque siempre ha mirado a través de su propia sociedad.

Libertad y reconocimiento



El artista, después de vivir sujeto a rígidas normativas y a encargos previamente estipulados, encuentra a partir del Renacimiento un reconocimiento social, igual que en el Barroco (Velázquez aparece en un cuadro de la realeza) y el Neoclasicismo. Aún así no será hasta el Romanticismo donde los artistas impondrán su libertad creadora a cualquier consideración económica o mercantil. La obra de arte estará por encima de todo, igual que el talento del artista, lo que supone una rebeldía al despreciar todos los canales de mecenazgo hasta el momento, naciendo así el artista bohemio con el lema de el arte por el arte.

El s. XX completará definitivamente este proceso dándole al artista plena autonomía, aunque como hemos dicho, sigue viviendo de su trabajo.

Arte e Historia




Cómo la Historia afecta en el Arte:



  • El valor histórico (su mayor o menor antigüedad) puede darle valor a una pieza
  • Obras hechas sin intencionalidad artística que posteriormente han sido reconocidas (Cuevas de Altamira, con finalidad mágico-religiosa).
  • Obras de arte despreciadas en el momento de su realización que adquieren valor con el tiempo: cambio del gusto de la gente (Vincent van Gogh).



Poderes que han afectado a la producción de Arte a lo largo de la historia:



Religión

La obra de arte siempre ha tenido un cierto significado espiritual. Las pinturas prehistóricas tenían significado religioso, las cuevas eran santuarios y las pinturas actuaban como expresión de magia simpática (lo similar produce lo similar, ej: si pintas bueyes, atraerá bueyes para la caza), siendo el artista una especie de mago-hechicero.

El artista también ha tenido en épocas posteriores un papel parecido: en la civilización egipcia la casta sacerdotal controlaba rígidamente sus respectivas sociedades y utilizaba la obra artística como elemento de propaganda. En la época Clásica el politeísmo religioso invade todas las expresiones de arte. Avanzando un poco en el tiempo, durante la Edad Media la Iglesia monopoliza totalmente el mecenazgo artístico, haciendo de él una vía de adoctrinamiento. Y en la época moderna pasa lo mismo con las corrientes católicas y protestantes.

Política

El poder civil, igual que el religioso, ha encontrado en el arte el mejor escaparate de su dominio y el vehículo propagandístico ideal para difundir sus ideas y difundir el culto a la personalidad. En la civilización egipcia el poder político se equiparaba al religioso, haciendo de los propios faraones divinidades, y en el mundo Clásico reflejaba la grandeza de sus líderes. Donde encontramos el auge del poder civil en el arte es en la Italia del Renacimiento. Son las grandes y poderosas familias que controlaban las diferentes repúblicas los que hicieron del arte la verdadera expresión de su poder, igual ocurrió en la época de las monarquías absolutas.

En épocas más recientes los estados se han hecho publicidad promoviendo el patrimonio artístico y la construcción de museos, ferias o concursos como muestra de su interés por la cultura.

El mecenazgo cortesano provocaba a veces imposiciones y limitaba la libertad creadora del artista. Aún así, permitía a los autores que trabajaban en realeza no tener que preocuparse por vender sus obras, podían experimentar.




Coleccionismo y Mercado



El coleccionismo es la forma de mecenazgo artístico característica de la época contemporánea. Aparece la figura del amante del arte, es decir, comprador de arte. Los coleccionistas se convertirán en el s.XX en los grandes mecenas del arte, desarrollando el mercado del arte cuyas características son:
  • Rara vez se produce intercambio entre autor y cliente sino a través de intermediarios: marchantes (favorecen la circulación de la obra del artista y le otorgan prestigio), críticos (valoran las obras) y galeristas (ponen sus locales y conocimiento en beneficio de difusión de las obras de arte).
  • El grado de comercialización de una obra le otorga un prestigio, aunque no siempre está en consonancia con la calidad de su obra.



Museos



Las primeras colecciones de obras de arte para su exhibición pública se realizan en gracia en los peristilos de sus templos. Ptolomeo Filadelfo crea en 285a.c el primer museo propiamente dio en la historia. A partir de aquí habría que hablar de colecciones privadas. La tendencia de las colecciones privadas prevalecerá también en el Renacimiento pero algunas de las que se forman entonces se transformaran en los primeros museos modernos (colecciones papales). Es a partir del s. XVIII cuando las grandes colecciones reales sirven de base a la formación de los principales museos modernos. En Inglaterra se crea el primer museo como tal institución de la historia moderna, el Ashmolean Museum de Oxford fundado en 1683. Más adelante se fundaron el British Museum (1753), el Louvre (1793), Museo del Prado (1819). Durante el s. XX el auge de los museos ha sido constante y parejo al fenómeno de masificación cultural de las últimas décadas.

Las funciones del museo son:
  • La de conservación de sus obras.
  • Las de su estudio y clasificación y la divulgativa y educativa.
  • Centro activo de actividades culturales y científicas donde se celebran importantes exposiciones.


Introducción

La primera pregunta que se nos plantea al estudiar Historia del Arte es ¿qué es el Arte? Se han escrito muchas definiciones inconcretas intentando definir esos procesos de la creatividad humana que provocan emociones y nos hacen sentir. Es por eso que nos provoca el arte lo que nos crea una necesidad por comprender. Pero para tal, hay que aprender a mirar, educar la percepción y leer todos los mensajes de las obras de arte, entendiendo siempre los procesos creativos y los elementos formales de la obra.

Si en la misma búsqueda de la definición de Arte ponemos límites, encontramos las Artes Plásticas, en las que no entrarían las otras artes como la música, danza o poesía. En este blog nos vamos a centrar en las primeras mencionadas. Aún así, la dificultad no termina solamente al querer definir Arte, sino cuando decidimos qué es una obra de arte.

En la Historia, nunca se han entendido estos conceptos de la misma manera, aunque siempre, en mayor o menor medida se han estudiado. Por ejemplo, en la Grecia clásica, la condición de artista quedaba relegada a los músicos o poetas, quienes estaban inspirados por las Musas, según Platón, las que les infundían inspiración (o “enthousiasmos”), cosa que los hacía casi divinos, y siendo todos los demás artistas considerados meros artesanos.

Otra de las grandes preguntas a las que nos enfrentamos, es si el arte es belleza. Mucha gente podría considerar que sí, que esa es la primordial cualidad que necesitan las obras de arte para llamarse como tal. Pero sólo que indaguemos un poco más, veremos que la Historia está plagada de obras de arte reconocidas como tal de forma universal que no son, en sí, bellas. La cualidad verdaderamente necesaria para una obra de arte es la Estética, que no es sinónimo de Belleza. La Estética puede ser de muchos tipos, incluyendo la Fealdad o el Espanto (por ejemplo: El Grito, Munch - 1893).



Proceso Del Arte
- Artista: utiliza sus propios recursos y transmite mensajes, sentimientos y sensaciones que alcanzan al espectador.
- Espectador: receptor que contempla la obra y recibe los mensajes que el artista le ha transmitido.
- Obra de Arte: nexo de unión entre el creador y el contemplador. Tenemos que saber analizarla completamente para descifrar todo lo que encierra en sí mismo.

Por ello, el arte no es simplemente un ejercicio de contemplación sino también uno de reflexión.




Tener En Cuenta Al Analizar Una Obra
-Engaños de la vista
-Color
-Las sensaciones que suscita
-Iconografía*

*Iconografía: Interpretación del significado. Un análisis iconográfico sigue tres fases



1. Nivel preiconográfico: Identificar elementos, símbolos e iconos representados.
2. Nivel iconográfico: identificar el tema que transmite.
3. Nivel iconológico: pone en relación el tema relacionado con su significado profundo, es decir, la serie de valores, ideas o aspectos culturales que esconde el elemento en cuestión. Saber interpretar cada uno de los símbolos y atributos que aparecen en las obras de arte requiere conocimientos de las religiones, mitología, historia y cultura del hombre. Los símbolos con significado profundo pueden ser representados por objetos y personajes, pero también con el color, la luz y la forma.

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